Por: Somos una Abya Yala
FARC-EP concluye su X conferencia, afirmando su compromiso con la paz y la reconciliación nacional.
Desde el corregimiento de Brisas del Diamante, sabanas del Yarí, ha concluido La X Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC-EP, que será recordada por la historia como la más importante de todas. Ha sido el encuentro más alegre y festivo de un movimiento político militar que durante 52 años estuvo inmersa en una cruenta guerra. Se cambiaron los planes de guerra y táctica militar de las conferencias precedentes, por un proceso de discusión juicioso y a profundidad del Acuerdo Final de Paz suscrito con el Gobierno Nacional, las definiciones políticas hacia la construcción de un movimiento político y el llamado a una gran convergencia social por la construcción de una nueva Colombia en paz con justicia social.
Esta Conferencia ha permitido soñar con la superación de los horrores de la guerra. El coro de llantos de dolor de las madres por sus hijos arrebatados, desaparecidos o capturados por el conflicto, frecuente tiempo atrás, ha cambiado. Ahora las lágrimas son de alegría por el reencuentro de familias separadas por la violencia, madres, padres, hermanos, sobrinas que pudieron volver a ver a sus hijos después de años, incluso décadas de guerra. Hijos del pueblo que se vieron envueltos en una espiral de odios y venganza, hoy han sembrado su compromiso de avanzar en la reconciliación nacional y la construcción de una democracia real.
La presencia de un grupo de presos políticos que vivieron un prolongado cautiverio, sufriendo las más graves privaciones a sus derechos fundamentales, comunes a todos los y las presos del país, hoy permite soñar con un país donde no se persiga judicialmente la lucha social y la búsqueda de justicia.
Los hijos de la Colombia profunda, el pueblo campesino, indígena y afrocolombiano, el mayor afectado por la guerra, hoy reclama la paz y la reconciliación, para dejar atrás el miedo y el dolor, sus deseos son el sueño de un país donde el campo sea el futuro y se salde la deuda pendiente que el país entero tiene con ellos.
La guerrillerada recordó e hizo un sentido homenaje a los líderes sociales, políticos y militares asesinados o caídos en combate, en medio de una guerra que forzó la oligarquía y de la que aún hoy sigue beneficiándose del dolor. Se sueña con un país dispuesto a perdonar, pero que no olvida su historia.
El resultado de estos siete días de deliberación intensa ha sido la aprobación en su totalidad del acuerdo firmado, e instruir a todas sus estructuras a acogerlo y respetarlo. Esperando también el cumplimiento por parte del Gobierno nacional. Así mismo el compromiso de ofrecer toda su fuerza por la unidad de todos los sectores progresistas, democráticos y revolucionarios del país, que recoja las aspiraciones sociales más sentidas por todo el pueblo colombiano, en especial el más vulnerable. Esta gran convergencia abonará el terreno para un proceso que conduzca a la realización de una asamblea nacional constituyente, que funde una nueva nación del tamaño de los sueños de todos sus habitantes.
El compromiso irrestricto con la paz, es la más clara y unánime conclusión de esta Décima conferencia guerrillera. El sueño del fin de la guerra y un futuro en paz, es la gran victoria de esta histórica batalla.
Abya Yala Renace 